Por qué se usan antidepresivos y antiepilépticos en el dolor crónico

March 11, 2019    Dolor Prevención Lumbalgia Cefalea

Los antidepresivos y antiepilépticos son comúnmente utilizados en el tratamiento del dolor crónico, especialmente del dolor neuropático, debido a sus efectos sobre los neurotransmisores y los mecanismos de modulación del dolor en el sistema nervioso. Aunque inicialmente fueron diseñados para tratar la depresión y la epilepsia, se ha descubierto que estos fármacos también ayudan a reducir el dolor crónico a través de otros mecanismos que involucran la transmisión de señales nerviosas.

¿Por qué sirven los antidepresivos en el dolor crónico?

Los antidepresivos, especialmente los tricíclicos (como la amitriptilina) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (como la duloxetina), son efectivos para tratar el dolor crónico debido a su capacidad para:

  1. Modular los neurotransmisores: Los antidepresivos aumentan los niveles de serotonina y norepinefrina en el cerebro y la médula espinal. Estos neurotransmisores son fundamentales para inhibir las señales de dolor que viajan desde los nervios periféricos hacia el cerebro. Al aumentar su concentración, se reduce la percepción del dolor.

  2. Mejorar la modulación descendente del dolor: El sistema nervioso central tiene vías que controlan la intensidad del dolor, conocidas como vías inhibidoras descendentes. Los antidepresivos fortalecen estas vías, que inhiben o bloquean las señales de dolor, disminuyendo su percepción.

  3. Efecto en el sistema sensorial: Algunos antidepresivos también afectan el procesamiento sensorial al reducir la hipersensibilidad de los nervios que envían señales de dolor al cerebro.

  4. Efecto ansiolítico y antidepresivo: En muchos casos, el dolor crónico está asociado con ansiedad o depresión, que pueden exacerbar la sensación de dolor. Al tratar estos trastornos comórbidos, los antidepresivos no solo alivian el dolor, sino también el malestar emocional que lo acompaña.

¿Por qué sirven los antiepilépticos en el dolor crónico?

Los antiepilépticos, como gabapentina y pregabalina, son útiles en el tratamiento del dolor crónico, especialmente en el dolor neuropático, porque:

  1. Estabilización de la actividad neuronal: Los antiepilépticos actúan sobre los canales de calcio o sodio en las neuronas, que están implicados en la transmisión de señales eléctricas entre las células nerviosas. En condiciones de dolor crónico, especialmente en el dolor neuropático, las neuronas pueden volverse hiperactivas y enviar señales de dolor excesivas. Los antiepilépticos ayudan a reducir esta hiperexcitabilidad.

  2. Reducción de la liberación de neurotransmisores: Gabapentina y pregabalina inhiben la liberación de ciertos neurotransmisores excitadores, como el glutamato, que intensifica las señales de dolor. Al reducir la liberación de estos neurotransmisores, disminuyen la transmisión del dolor.

  3. Disminución de las señales erróneas: En el dolor neuropático, los nervios dañados pueden enviar señales de dolor incluso sin la presencia de una lesión física. Los antiepilépticos reducen la frecuencia de estos disparos erróneos de los nervios, lo que disminuye la sensación de dolor.

  4. Efecto ansiolítico: Similar a los antidepresivos, algunos antiepilépticos también tienen un efecto calmante que puede ayudar a reducir la ansiedad relacionada con el dolor crónico, mejorando la calidad de vida.

Resumen de los mecanismos:

  • Antidepresivos: Aumentan los neurotransmisores que inhiben las señales de dolor y mejoran la modulación descendente del dolor.
  • Antiepilépticos: Estabilizan las neuronas hiperactivas, reducen la liberación de neurotransmisores excitadores y disminuyen las señales erróneas de dolor.

Ambos tipos de fármacos son útiles porque, en el dolor crónico, los mecanismos de transmisión del dolor y su procesamiento a nivel del sistema nervioso central y periférico están alterados. Estos medicamentos ayudan a corregir esas alteraciones, haciendo que el dolor sea más manejable.